Daniel: un hombre de Integridad

I. Introducción: En una fiesta muy formal, todos de traje, la casa muy elegante, todos vestidos muy bien, un hombre se le acerca a una mujer muy guapa y le dice muy discretamente, “Ud. dormiría conmigo por un millón de pesos?” La mujer, con una sonrisa, responde, lo pensaré. Unas horas más tarde en la misma fiesta el mismo hombre se acerca otra vez a la mujer y le dice: ¿Duermes conmigo por 10 pesos? Ella, indignada, le responde con coraje, ¡Qué crees que soy! El hombre le dice—Ya hemos establecido lo que eres, estamos negociando el precio, nada más.

¿Cuál es tu precio?
Si alguien te ofrece poder o riqueza o comodidad o fama, ¿a qué punto dejas tus convicciones, dejas tus principios, abandonas inclusive tu fe y tu testimonio para obtener lo que se te ofrece? ¿Cuál es tu precio?

Daniel 1:1-8
v.1 En el año tercero del reinado de Joacim rey de Judá, vino Nabucodonosor rey de Babilonia a Jerusalén, y la sitió.
v.2 Y el Señor entregó en sus manos a Joacim rey de Judá, y parte de los utensilios de la casa de Dios; y los trajo a tierra de Sinar, a la casa de su dios, y colocó los utensilios en la casa del tesoro de su dios.
v.3 Y dijo el rey a Aspenaz, jefe de sus eunucos, que trajese de los hijos de Israel, del linaje real de los príncipes,
v.4 muchachos en quienes no hubiese tacha alguna, de buen parecer, enseñados en toda sabiduría, sabios en ciencia y de buen entendimiento, e idóneos para estar en el palacio del rey; y que les enseñase las letras y la lengua de los caldeos,
v.5 Y les señaló el rey ración para cada día, de la provisión de la comida del rey, y del vino que él bebía; y que los criase tres años, para que al fin de ellos se presentasen delante del rey.
v.6 Entre éstos estaban Daniel, Ananías, Misael y Azarías, de los hijos de Judá.
v.7 A éstos el jefe de los eunucos puso nombres: puso a Daniel, Beltsasar; a Ananías, Sadrac; a Misael, Mesac; y a Azarías, Abed-nego.
v. 8 Y Daniel propuso en su corazón no contaminarse con la porción de la comida del rey, ni con el vino que él bebía; pidió, por tanto, al jefe de los eunucos que no se le obligase a contaminarse.

II. Daniel había desarrollado convicciones en su vida.
Gálatas 1:10 Pues, ¿busco ahora el favor de los hombres, o el de Dios? ¿O trato de agradar a los hombres? Pues si todavía agradara a los hombres, no sería siervo de Cristo.
Somos un termómetro que refleja la temperatura o somos un termostato, que controla y regula el ambiente de un lugar.
La persona que realmente eres es la persona que eres cuando nadie te ve.

III. Daniel era un hombre de integridad.
La palabra “integridad” significa, “estar completo en todas las partes, honrado, probado”. Significa tener una sola vida, en la casa, en el trabajo, en la calle y en la iglesia.
La integridad «solidez»; «adherencia a un código de valores»; «la cualidad o estado de ser completo o indiviso».
Daniel se halló como un adolescente muy lejos de su hogar y en circunstancias negativas. Lo secuestraron de su país natal y llevaron al país conquistador de Babilonia, donde lo seleccionaron como candidato en una preparación en la corte del rey. Allí su carácter personal y convicciones religiosas fueron inmediatamente sometidas a prueba. Su integridad personal lo sostuvo y le aseguró una posición en el palacio del rey, y un lugar de prominencia a través del paso de dos poderes mundiales y cuatro reyes.

Ilustración: Un hombre fue con su pareja a comprar pollo en uno de esos restaurantes de pollo. Pasaba por el auto-pollo, pagó por su caja de pollo, y los dos se fueron a un parque para comérselo. Al abrir la caja, encontraron un rollo de puro billete. Pues, el hombre regresó al restaurante y entregó el dinero al gerente.
El gerente quedó impresionado. “Nunca en mi vida he conocido un hombre tan honesto” dijo. Empezó a movilizarse, llamando a los periódicos para que tomaran la foto de ese hombre tan íntegro. Un poco nervioso, el hombre que regresó el pollo pidió hablar con el gerente. “Mire, Señor, preferiría que no llamaras a la prensa.”
“Pero, ¡porque no!” Usted hizo algo muy noble, y se debe de reconocer.”
“Bueno, pues, lo que pasa es esto...la mujer conmigo... no es mi esposa”.

Los babilónicos estaban tratando de cambiar la mentalidad de estos judíos
Educación
Nombre
Idioma
Cultura
Dieta
¡Imagínense los pretextos que Daniel pudiera haber usado para abandonar su fe!

  • Parece que Dios ya no nos ama
  • Estoy lejos de casa, desubicado, Dios va a entender si no soy fiel.
  • Todos los demás están entrándole.
  • Mira, realmente unas leyes acerca de la comida no son muy importantes
  • Dios me perdonará. Él entiende que me siento solo.
  • Si voy a tener influencia aquí, no quiero que se enoje el Rey
  • No, pues, mis padres no van a saber.
  • Hay que adaptar a la cultura...hay que identificarme con los Babilonios

Hermanos, es exactamente lo mismo con nuestras vidas. Somos ciudadanos de otro país, ¿no es cierto? Somos ciudadanos del cielo. Hablamos un idioma diferente. Tenemos una cultura diferente. Tenemos un vocabulario diferente. Tenemos otra mentalidad, otra perspectiva. Somos hijos del cielo, hijos del Rey. ¿Pero saben qué? Vivimos en un mundo que está en nuestra contra.
"Nunca ha dejado de asombrarme el hecho de que los cristianos tenemos que desarrollar cierta clase de visión selectiva que nos permite estar profunda y sinceramente envueltos en las actividades de culto y de la iglesia y, sin embargo, somos totalmente paganos en las cosas diarias de nuestras vidas de negocios, y nunca lo comprendemos." Keith Miller, en el libro escrito por Carlos Swindoll, “Baje su guardia”.
Nada te puede lastimar sino el pecado;
Nada te puede entristecer sino el pecado;
Nada te puede envilecer ante tus enemigos sino el pecado:
Cuídate del pecado, alma mía. - John Bunyan

IV. Daniel era un hombre de persistencia Daniel 1:9-21
v. 9 Y puso Dios a Daniel en gracia y en buena voluntad con el jefe de los eunucos; 10y dijo el jefe de los eunucos a Daniel: Temo a mi señor el rey, que señaló vuestra comida y vuestra bebida; pues luego que él vea vuestros rostros más pálidos que los de los muchachos que son semejantes a vosotros, condenaréis para con el rey mi cabeza. 11Entonces dijo Daniel a Melsar, que estaba puesto por el jefe de los eunucos sobre Daniel, Ananías, Misael y Azarías: 12Te ruego que hagas la prueba con tus siervos por diez días, y nos den legumbres a comer, y agua a beber. 13Compara luego nuestros rostros con los rostros de los muchachos que comen de la ración de la comida del rey, y haz después con tus siervos según veas. 14Consintió, pues, con ellos en esto, y probó con ellos diez días. 15Y al cabo de los diez días pareció el rostro de ellos mejor y más robusto que el de los otros muchachos que comían de la porción de la comida del rey. 16Así, pues, Melsar se llevaba la porción de la comida de ellos y el vino que habían de beber, y les daba legumbres.
17A estos cuatro muchachos Dios les dio conocimiento e inteligencia en todas las letras y ciencias; y Daniel tuvo entendimiento en toda visión y sueños. 18Pasados, pues, los días al fin de los cuales había dicho el rey que los trajesen, el jefe de los eunucos los trajo delante de Nabucodonosor. 19Y el rey habló con ellos, y no fueron hallados entre todos ellos otros como Daniel, Ananías, Misael y Azarías; así, pues, estuvieron delante del rey. 20En todo asunto de sabiduría e inteligencia que el rey les consultó, los halló diez veces mejores que todos los magos y astrólogos que había en todo su reino. 21Y continuó Daniel hasta el año primero del rey Ciro.
Algunos de nosotros empezamos bien, empezamos echando ganas, pero cuando no vemos la victoria, cuando no vemos que las cosas cambian, nos desanimamos.
En la familia
En el trabajo
En la colonia
IV. Conclusión

  • Parece que Dios ya no me ama
  • Estoy lejos de casa, desubicado, Dios va a entender si no soy fiel.
  • Todos los demás están entrándole.
  • Mira, realmente unas leyes acerca de mi vida son muy importantes
  • Dios me perdonará. Él entiende que me siento solo.
  • Si voy a tener influencia aquí, no quiero que se enoje mi jefe, mis compañeros.
  • No, pues, mis padres no van a saber.

Hay que adaptar a la cultura... No hay que identificarme con los Babilonios.
Hay que vivir como hijos del Rey. Hay que actuar siempre con integridad, sabiendo que nuestro Dios no ve. Hay que ser hombres y mujeres de integridad.

Hay un “círculo” de tu vida dónde no estás viviendo una vida de integridad ante Dios?
____ SI ______ NO
Ora que Dios te ayude a tener UNA SOLA VIDA, de ser íntegro en toda tu vida.

Daniel: un hombre de Integridad Daniel: un hombre de Integridad Reviewed by Full Adventistas on 10/29/2008 Rating: 5

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