Cristo, nuestro sacrificio
Cristo, nuestro sacrificio
Textos bíblicos:
Isaías
53:2–12, Hebreos 2:9, Hebreos 9:26–28, Hebreos 9:12, Éxodo 12:5, Hebreos4:15; 1
Pedro 2:24.
Citas
2 Por poco me estremezco cuando pienso en hacer
alusión al más grave de los abusos que la historia de la humanidad ha
conservado: la Cruz. ¡Piensen en cuántas calamidades ha producido este motor de
dolores! John Adams
2 Los cristianos dicen que entre los antiguos judíos
si usted había cometido un delito tenía que matar una oveja. Ahora dicen
“apúntalo,” “ponlo en la lista,” “el Salvador va a pagar”. De esta manera, las
maldades se venden a crédito, y el sistema de crédito en la moral, como en los
negocios, da lugar a la extravagancia. Robert Ingersoll
2 No quiero que nadie muera por mí. Ted Turner
2 Nuestra tendencia en medio del sufrimiento es
volvernos a Dios. Nos enojamos y amargados agitamos nuestro puño al cielo y
decimos: "¡Dios, no sabes lo que se siente! ¡No lo entiendes! ¡No tienes
ni idea de lo que estoy pasando! ¡No tienes ni idea de lo mucho que esto duele!
La cruz es la manera como Dios quita todas nuestras acusaciones, excusas y
argumentos. La cruz es Dios sufriendo en carne y sangre y diciendo: “Yo
también.” Rob Bell
2 Pecamos sin ninguna razón, más bien por una
incomprensible falta de amor, y nos salvamos sin razón, más bien por un exceso
incomprensible de amor. Peter Kreeft
2 Antes de comenzar a ver la cruz como algo hecho en
favor de nosotros, tenemos que verlo como algo hecho por culpa de nosotros. John
R. W. Stott
2 Dios ha elegido salvar al mundo a través de la
cruz, a través de la vergüenza y la muerte del Mesías crucificado. Si ese
evento constituye la revelación de la verdad más profunda acerca del carácter
de Dios, entonces toda nuestra forma de ver el mundo está al revés... todos los
valores están cambiados... Dios no acepta jugar a juegos de poder y prestigio
en términos humanos. Richard Hays
Para debatir
¿Cuál
es el significado del sacrificio de Jesús? ¿Qué temas y qué preguntas responde
la muerte de Jesús en la Cruz? ¿Cuál es la relación entre el sacrificio y la salvación?
¿Hay alguna inferencia de que Jesús fuera ejecutado por Dios? ¿Por qué murió Jesús?
¿Para qué murió? ¿Cómo explicaríamos la diferencia entre la cruz y el
sacrificio pagano?
Resumen bíblico
Isaías
53 es el clímax del mensaje del “profeta del evangelio”, señalando al siervo sufriente
que muere por nosotros.
Hebreos
2:9 nos dice que Jesús fue glorificado y honrado por su muerte, la cual probó
por todos. Hebreos 9:26-28 explica que “al final de la era presente él vino a
quitar el pecado mediante su propio sacrificio. Así como los seres humanos solo
mueren una vez, y luego son juzgados, así también ocurrió con Cristo, habiendo
sido ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos, él vendrá otra vez,
no para tratar con el pecado, sino para salvar a los que esperan en él” (FBV).
Jesús entró en el santuario por medio de su propia sangre (Hebreos 9:12).
Luego
Éxodo 12:5 explica cuáles animales eran aceptables como sacrificios. Según
Hebreos 4:15 Jesús es nuestro sumo sacerdote que fue tentado según nuestra
semejanza, pero sin pecado. “Él tomó nuestros pecados sobre sí mismo en su
cuerpo sobre el madero, para que nosotros pudiéramos morir al pecado y vivir
correctamente. ‘Por sus heridas ustedes son sanados’” (1 Pedro 2:24; FBV).
Comentario
Se
han propuesto muchas “teorías sobre la expiación”. Cada una de ellas puede tener
algún elemento de verdad, pero es inevitable que cada una de ellas tenga
falencias, sobre todo cuando se llevan a los extremos. Por ejemplo, la “teoría
del rescate” tiene apoyo bíblico, pero se cae cuando se pregunta a quién se le
pagó el rescate, cuál fue la moneda, quién accedió al contrato y así
sucesivamente.
Lo
mismo ocurre con las ideas sobre la “expiación sustitutiva.” Todos podemos afirmar
“Jesús murió por mí”. Pero cómo se logra esto exactamente puede dar lugar a algunos
malentendidos importantes. Por ejemplo, ¿no es una denegación de justicia divina
o no, hacer valer la interpretación legal de que Jesús es el sustituto para la
pena de muerte impuesta a otros? ¿Qué hay en simplemente matar a una
persona por los crímenes de otra? En lugar de respetar el derecho y la
justicia, como muchos sostienen, una idea tal hace exactamente lo contrario.
Ningún tribunal humano podría aceptar dicha transferencia, y la justicia de
Dios es sin duda superior a la nuestra. La idea de que Dios ejecuta su Hijo
para satisfacerse a sí mismo o cualquier concepto semejante de justicia es terrible.
¿Qué “ley” diría que la ejecución de los inocentes se encarga de los delitos de
los culpables?
Muchos
se han sorprendido por estas ideas pervertidas de la justicia. Tomemos solo
tres ejemplos:
El
fundamento de su religión es la injusticia. El Hijo de Dios, el puro, el
inmaculado, el inocente, se sacrifica por el culpable. Esto demuestra su
heroísmo, pero ello no acaba con el pecado del hombre más allá de lo que un
niño de escuela que se preste como voluntario para ser azotado por otro
exculparía a un cabeza hueca de su negligencia. Lord Byron.
La
cruz no es más que la injusticia monumental: Jesús es castigado inmerecidamente
por un Dios que es simplemente injusto. Victor Shepherd.
¿Pues
qué justicia hay en su sufrimiento [el de Jesús] de la muerte por los
pecadores, si él era el más justo de todos los hombres? ¿Qué hombre, que
condene al inocente para liberar al culpable, no será juzgado como digno de
condenación? Y así, la cuestión parece volver a la misma incongruencia que se
menciona anteriormente. Porque si él [Dios] no pudo salvar a los pecadores de
cualquier otra manera que por la condena del justo, ¿dónde está su
omnipotencia? Si aunque podía no deseaba hacerlo, ¿cómo vamos a sostener su
sabiduría y su justicia a la vez? Boso to Anselm, Cur Deus Homo.
Notemos
que en ninguna parte la escritura dice que Jesús fue castigado por parte de
Dios como nuestro sustituto. Sin duda, Jesús experimentó las consecuencias de
“ser hecho pecado”, pero ese es un concepto muy diferente a la ejecución
judicial y sustitutiva. Hebreos 9:28 es una de las típicas declaraciones
bíblicas que afirman que Cristo llevó nuestros pecados, lo que demuestra las
consecuencias del pecado, la muerte y la separación de Dios. Pero esta es una
consecuencia intrínseca de la naturaleza autodestructiva del pecado, ni es la
pena impuesta por una deidad ofendida. Aunque todos podemos ver diferentes
aspectos de la expiación, es esencial rechazar esas ideas que refuerzan las
acusaciones del diablo contra Dios: que es severo, implacable, arbitrario,
cruel y muchas cosas más.
También
hay que abordar la cuestión de la sangre. Al explicar el papel de la sangre en
las ceremonias del santuario, Hebreos afirma que esta no fue eficaz en la eliminación
de pecado (10:4). Al aplicar la imagen y el símbolo, Hebreos afirma que Jesús
tomó su propia sangre y logró la salvación para nosotros (9:12-14). Aquí la
palabra sangre se utiliza indistintamente con la muerte de Jesús (véase, por
ejemplo, 10:19), y el simbolismo de la sangre es en realidad la abreviatura
para la vida y la muerte de Cristo, es decir, toda la misión de Cristo.
Algunos
se preguntan sobre la sangre y cómo “funciona.” ¡La verdad es que la hemoglobina
no puede salvar! Cuando habla del relato histórico de la crucifixión de Jesús hay
poca mención sobre su sangre. La salvación no está en la sangre física, sino en
que Jesús “se da a sí mismo para y por nosotros.” El recurso habitual es citar
Hebreos 9:22, que en realidad dice: “De acuerdo a la ley ceremonial, casi todo
se limpia con sangre, y sin derramamiento de sangre nada queda ritualmente
libre de la mancha del pecado” (Hebreos 9:22; FBV). Esto es en el contexto de
Moisés cuando rocía la sangre en el santuario y es parte del sistema
ceremonial. Sólo se aplica al sacrificio de Jesús por extensión, y sólo simbólicamente.
Como
dijo Dios de la sangre pintada en los postes de Pascua: “La sangre os será por
señal” (Éxodo 12:13). Un símbolo, un signo, un símbolo entre Dios y su pueblo.
La “sangre del pacto” (Éxodo 24:8), que confirmaba su relación especial con
Dios. La sangre física no tenía un significado en sí misma. La sangre era vista
como la fuente de la vida (Levítico 17:14; Deuteronomio 12:23, etc.), y se
convirtió en una metáfora muy significativa en la relación de la humanidad con
Dios, pero no había nada en la sangre real que hiciera algo.
Ni
aún toda la sangre en el mundo podría hacer diferencia alguna en las mentes de aquellos
que no miraban más allá de los ritos. Los sacrificios no pueden salvar. La sangre
no puede salvar. Sólo Dios puede salvar. Incluso la sangre literal
de Jesús no puede salvar a menos que simbolice la totalidad del don de sí mismo
para nosotros de parte de Jesús. La sangre de Cristo no era más mágica que la
sangre de toros y los machos cabríos. Es el significado de esa sangre lo que
cuenta. La frase “la sangre de Jesús”, expresa lo siguiente: Una imagen de la
gran bondad de nuestro glorioso Dios salvador. Un símbolo de la forma en que
nos reconcilia y nos atrae de nuevo hacia él como amigos. Así que no más
“sangre mágica”, literal o espiritual. ¡Es Dios quien nos salva, no la
hemoglobina! Los símbolos son útiles, pero al final tenemos que conocer a la persona
que dice: “Yo soy el camino, la verdad y la vida”.
Comentarios de Elena G. de White
¨ “El sacrificio
de Cristo como expiación del pecado es la gran verdad en derredor de la cual se
agrupan todas las otras verdades. A fin de ser comprendida y apreciada
debidamente, cada verdad de la Palabra de Dios, desde el Génesis al
Apocalipsis, debe ser estudiada a la luz que fluye de la Cruz del Calvario” [Obreros evangélicos, p. 330]
¨ “Los siglos de
los siglos no podrán menoscabar la eficiencia de su sacrificio expiatorio. Ni
la vida ni la muerte, ni lo alto ni lo bajo, pueden separarnos del amor de Dios
que es en Cristo Jesús; no porque nosotros nos asimos de él tan firmemente,
sino porque él nos sostiene con seguridad. Si nuestra salvación dependiera de
nuestros propios esfuerzos, no podríamos ser salvos; pero ella depende de Uno
que endosa todas las promesas” [Los
hechos de los apóstoles, p. 441].
¨ “Ninguno que
crea en Jesucristo está bajo la esclavitud de la ley de Dios, porque su ley es
una ley de la vida, no de muerte, para los que obedecen sus preceptos. Todos
los que comprenden la espiritualidad de la ley, los que se dan cuenta de su
poder como un detector del pecado, están en una condición tan indefensa como
Satanás mismo, a menos que acepten la expiación provista para ellos mediante el
sacrificio reparador de Jesucristo, que es nuestra expiación, nuestra
reconciliación con Dios” [Comentario
bíblico adventista, tomo 6, p. 1077].
Dr. Jonathan Gallagher
Traducción: Shelly
Barrios De Ávila ©
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Cristo, nuestro sacrificio
Reviewed by FAR Ministerios
on
11/12/2013
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