¿Por qué no destruyó Dios a Satanás?
El conflicto de los siglos
He aquí cómo la Biblia describe esa guerra,
ocurrida en el cielo antes de la creación de este mundo: "Hubo una gran
batalla en el cielo: Miguel (Cristo) y sus ángeles luchaban contra el dragón, y
luchaban el dragón y sus ángeles, pero no prevalecieron, ni se halló, ya lugar
para ellos en el cielo. Y fue lanzado
fuera el gran dragón, la serpiente antigua que se llama diablo y Satanás el
cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron
arrojados con él" (Apocalipsis 12:7-9).
Ahora la tarea incesante de Satanás con todos los
ángeles caídos o demonios como sus aliados, consiste en seducir a los hombres,
engañarlos y luchar contra la verdad, tratando de frustrar el maravilloso plan
ideado por Dios para la restauración de la raza humana.
En la historia sangrienta y dolorosa de este gran
conflicto entre el bien y el mal, entre Dios y sus ángeles leales por un lado,
y Satanás con sus ángeles caídos por el otro, se ha originado las falsas
doctrinas religiosas, las supersticiones y el paganismo; han ocurrido todas las
guerras, se han manifestado todas las injusticias, han acaecido todos los
accidentes, se han manifestado todas las pasiones y egoísmos; se han realizado
todos los crímenes y homicidios.
La Biblia, en el libro de Apocalipsis con sus
notables profecías relativas a este tiempo final, te muestra que
"espíritus de demonios que hacen señales, van a los reyes de la tierra en
todo el mundo, para reunirlos para la batalla de aquel gran día de Dios
Todopoderoso" (Apocalipsis 16:14).
El espíritu de contienda y de lucha es puesto en el corazón humano y en
el ánimo de los pueblos y gobiernos, por la influencia de Satanás, el
adversario de Dios y del hombre.
Podrías
hacerte ahora la siguiente pregunta: ¿Por qué no destruyó Dios a Satanás de
inmediato, para cortar de raíz la rebelión y la falsedad? Dios podía haberlo hecho. Pero en este caso todos los demás seres
inteligentes habrían obedecido por temor y no por convicción ni amor en armonía
con la naturaleza de su Creador. "Dios
es amor" (1 Juan 4:8) dice la Biblia, Dios ha permitido que Satanás desarrolle
toda su malignidad y que produzca plenamente los resultados de miseria y dolor,
para que se evidenciara a la vista de todo el universo la verdadera naturaleza
del padre de toda mentira. Y a su debido
tiempo el Señor limpiará la tierra de todo elemento discordante, extirpando las
raíces y las ramas de esta rebeldía (Malaquías 4:1) que ha ocasionado este
drama tan lleno de lágrimas y aflicciones.
Todos
los seres del universo contemplan con intenso interés la experiencia dolorosa
de la especie humana (1 Corintios 4:9; 1 Pedro 1:12); pero después de observar
los resultados finales de la revolución satánica no quedará en sus mentes
ninguna sombra de duda acerca de la justicia y el amor de Dios, por una parte,
ni del engaño y la seducción del diablo por la otra.
Este
mundo es el único afectado por el pecado en todo el maravilloso y perfecto
universo de Dios. Hacia donde dirijas tu
mirada puedes observar que reina el orden, la armonía, la perfección. Sea que eleves tu vista para pasearla por la
inmensidad infinita del espacio estelar, por ese gigantesco mundo que se mueve
con una precisión más mecánica que la de los mejores cronómetros; sea que la
sumerjas en las profundidades del mundo microscópico para seguir los procesos
maravillosos de la energía y la materia, animada o inanimada, quedarás abrumado
por la evidencia de un plan ordenado, inteligente, exacto y de leyes que se
cumplen con rigurosa precisión.
Pese
al estado actual el plan de Dios de crear a una humanidad feliz para que
habitara en tierra perfecta, el cual se ha visto retrasado por causa del
fracaso del hombre, se ha de cumplir con toda seguridad.
Mediante
ese plan redimirá individualmente a toda persona que manifieste su deseo de
unirse a Dios e incorporarlo en su vida.
¿Por qué no destruyó Dios a Satanás?
Reviewed by SAM
on
1/09/2017
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