seminario el sello de Dios 6 LOS DOS PACTOS (Parte 2)


LECCIÓN 6:  LOS DOS PACTOS (Parte 2)


En la lección anterior pudimos ver la inmensa misericordia y gracia que Dios tiene para con nosotros. Su enorme amor puso en ejecución un plan de salvación para la caída humanidad. ¿Qué es lo único que el hombre tiene que hacer? Seguir la voluntad de Dios contenida en la Biblia. Ella nos dice que aceptar la salvación que Cristo nos ofrece es un asunto personal (ver Rom.14:12), pero también nos dice que El no nos deja solos, pues está dispuesto a ayudarnos en nuestro caminar. El pacto que hizo con Abraham, es el pacto que Dios hace con nosotros en forma individual.
En el presente estudio recordaremos algunos conceptos que nos merecen importancia, y continuaremos estudiando el propósito y valor de la Ley de Dios en el pacto.

1) ¿Los hombres conocían la ley después de la transgresión y antes del Sinaí? (Exo.18:16; Gén.26:5)
R = Si, porque Dios la reveló continuamente a hombres escogidos para que ellos la enseñasen al pueblo.

2) ¿Con qué fin fue promulgada la ley en Sinaí? (Gál.3:19)
R = Dios llevó a Israel al Sinaí con dos propósitos: Recordarles la Ley Moral a fin de que ésta quedase como un memorial a la humanidad de la voluntad de Dios, y en segundo lugar, explicarles de una manera más detallada cómo podrían recibir el perdón de sus pecados a través de las leyes ceremoniales.
"Quiso [Dios] alejar de Israel toda posibilidad de mezclar las tradiciones paganas con sus santos preceptos, o de confundir sus mandamientos con costumbres o reglamentos humanos" (EGW; PP; 379).
Nota Adicional: Israel en los días de Moisés, vivía en una situación de olvido de Dios, y por consiguiente, de su voluntad (Ej.: Exodo 16:27,29 nos muestra que algunos transgredieron el sábado. Por esto el mandamiento del sábado lleva la cláusula "Acuérdate del sábado" [Exo.20:8] ).
Los judíos en realidad no sólo se habían olvidado de la ley moral, sino también de muchos detalles importantes del plan de salvación. Por eso Dios decidió ilustrárselos cual modelo o maqueta a través del tabernáculo que mandó a construir. A través del sistema de ritos y ceremonias que contemplaba los hombres podrían vislumbrar todos los detalles del plan de salvación.
La ley no habría necesitado ser promulgada en el Sinaí si Israel hubiera puesto en práctica su misión de ser la luz del mundo (Isa.42:6; 49:6; 51:4). De modo que el pacto del Sinaí, llamado "primer pacto" fue una oportunidad dada por Dios. Fue un llamado al arrepentimiento, pero especialmente a recordar la base y el objeto del pacto realizados con anterioridad (Deut.4:12,13; Gál.3:16,17).

3) ¿Qué bendición le estaba asignada a Israel si cumplía los términos del pacto? (Exo.19:5,6; Isa.42:6; 49:6)
R = "Ahora, pues, si diereis oído a mi voz, y guardareis mi pacto, vosotros seréis mi especial tesoro sobre todos los pueblos; porque mía es toda la tierra. Y vosotros me seréis un reino de sacerdotes, y gente santa". Israel tenía por misión ser "luz de las naciones", el requisito esencial era obedecer el pacto.

4) ¿En qué se basaba este pacto o convenio? (Deut.4:13,14)
R = En la observancia de los Diez Mandamientos. "Y él os anunció su pacto, el cual os mandó poner por obra; los diez mandamientos, y los escribió en dos tablas de piedra".
Nota Adicional: Como hemos visto en este estudio y el anterior, la parte esencial y básica del pacto es la obediencia de los Diez Mandamientos. Ella era la norma básica de vida de las personas porque constituye lo que conocemos por la Ley Moral dada al hombre desde el Edén. En cambio, las leyes rituales, dadas exclusivamente al pueblo de Israel, están desde su inicio marcadas por su temporalidad toda vez que ellas no hacían sino representar la primera venida del Mesías.
"Muchos confunden estos dos sistemas y se valen de los textos que hablan de la ley ceremonial para tratar de probar que la ley moral fue abolida; pero esto es pervertir las Escrituras. La distinción entre los dos sistemas es clara. El sistema ceremonial se componía de símbolos que señalaban a Cristo, su sacrifico y su sacerdocio. Esta ley ritual, con sus sacrificios y ordenanzas, debían los hebreos seguirla hasta que el símbolo se cumpliera en la realidad de la muerte de Cristo... Pero acerca de la ley de los diez mandamientos... Cristo mismo dice: 'No penséis que he venido para abrogar la ley... De cierto os digo que hasta que perezca el cielo y la tierra, ni una jota ni un tilde perecerá de la ley, hasta que todas las cosas sean hechas' [Mat.5:17,18]" (EGW; PP; 380, 381).

5) ¿Cuál fue la respuesta del pueblo a esta propuesta? (Exo.19:8; 24:3,4-8; Heb.9:19-20)
R = Todo el pueblo se comprometió a cumplirlo. Este compromiso fue confirmado con sangre.
Nota Adicional: "Dios llamó a Israel, lo bendijo y lo exaltó, no para que mediante la obediencia a su ley recibiese él solo su favor y fuera beneficiario exclusivo de sus bendiciones; sino para revelarse por medio de él a todos los habitantes de la tierra. Para poder alcanzar este propósito, Dios le ordenó que fuera diferente de las naciones idólatras que lo rodeaban" (EGW; PP; 385).

6) ¿Por qué Israel no cumplió su misión? (Heb.8:9)
R = Porque Israel no fue capaz de permanecer en el pacto (Heb.8:9). Oseas 4:6 dice que Israel desechó la ley. La palabra "ley" está traducida del hebreo "torah", pero sabemos que ella incluye toda la voluntad de Dios, y está basada plenamente en la Ley de Dios. De manera que Israel no fue capaz de confiar en Dios y permanecer en obediencia a su Ley (véase por ejemplo Exo.32:1).

7) Ante el fracaso de la misión de Israel, ¿quién pasó a ser la luz del mundo? (Mt.5:14; Efe.2:11-13)
R= Los creyentes en Cristo. Debemos, eso sí, comprender que Dios es la luz mayor (Jn.8:12; Sal.27:1), es "el Sol de justicia" (Mal.4:2). Nosotros, cual estrellas, seremos "luz" para el mundo en la medida que reproduzcamos en nuestro carácter la luz de la justicia de Cristo (Dan.12:3). Dios posee desde entonces un "nuevo Israel", el "Israel espiritual" conformado por todos aquellos que reconozcan que Cristo es el Señor, acepten su sacrificio y vivan conforme a su voluntad (1 Ped.2:9,10; Rom.2:28,29). "Como su Maestro, los seguidores de Cristo debían ser en todas las edades la luz del mundo" (EGW; PP; 386).

8) ¿Cómo confirmó Cristo la restauración del pacto? (Lc.22:20)
R = Con su propia sangre. Así como el primer pacto fue confirmado con sangre, el segundo pacto es confirmado de la misma manera, pero no con sangre de animales, sino con la sangre misma de Jesús. "Porque donde hay testamento, es necesario que intervenga muerte del testador. Porque el testamento con la muerte se confirma; pues no es válido entre tanto que el testador vive" (Hebreos 9:16,17; véase desde el vers.14).

9) Entonces ¿en qué difiere el nuevo pacto del antiguo? (Hebreos 8:6)
R = "Pero ahora tanto mejor ministerio es el suyo, cuanto es mediador de un mejor pacto, establecido sobre mejores promesas".
Nota Adicional: Conforme a lo que hemos estudiado, la trascendencia del nuevo pacto es que Cristo mismo es quien lo ratifica y con su propia sangre. "Aunque este pacto fue hecho con Adán, y más tarde se le renovó a Abrahán, no pudo ratificarse sino hasta la muerte de Cristo. Existió en virtud de la promesa de Dios desde que se indicó por primera vez la posibilidad de redención. Fue aceptado por fe; no obstante, cuando Cristo lo ratificó fue llamado el pacto nuevo" (EGW; PP; 387).
Podemos decir, con propiedad, que el pacto '"antiguo", fue el establecido entre Dios e Israel en el Sinaí, y ratificado mediante la sangre de un sacrificio, mientras que "el pacto hecho con Abrahán fue ratificado mediante la sangre de Cristo, y es llamado el "segundo" o "nuevo" pacto, porque la sangre con la cual fue sellado se derramó después de la sangre del primer pacto. Es evidente que el nuevo pacto estaba en vigor en los días de Abrahán, puesto que entonces fue confirmado tanto por la promesa como por el juramento de Dios, 'dos cosas inmutables, en las cuales es imposible que Dios mienta' [Heb.6:18]" (EGW; PP; 387, 388).
"Los términos del pacto antiguo eran: Obedece y vivirás. 'El hombre que los hiciere, vivirá en ellos' [Eze.20:11; Lev.18:5]; pero 'maldito el que no confirmare las palabras de esta ley para cumplirlas' [Deut.27:26]. El nuevo pacto se estableció sobre 'mejores promesas', la promesa del perdón de los pecados, y de la gracia de Dios para renovar el corazón y ponerlo en armonía con los principios de la ley de Dios [ver Jer.31:33,34]." (EGW; PP; 389). "El hecho de que Cristo, como mediador del segundo pacto, murió para la remisión de las transgresiones que había bajo el primer pacto indica que no había perdón en virtud del primer pacto" (La Biblia Enseña; 241). El perdón estaba puesto en la promesa que el nuevo pacto otorgaba: la muerte de Cristo (véase Heb.9:16,17). Sólo en virtud del nuevo pacto hay remisión de pecados, porque sin la sangre de Cristo el antiguo pacto no hubiese tenido valor (véase Heb.9:14,15).
Dios había prometido que en la simiente de Abraham serían benditas todas las naciones de la tierra (Gén.26:4). Si bien Isaac era la simiente prometida, el cumplimiento completo de esta profecía se realizó solamente en Jesús (Gál.3:16). "Y si vosotros sois de Cristo, ciertamente linaje de Abraham sois, y herederos según la promesa" (vers.29). O sea, ahora las promesas hechas son extendidas a todo el "Israel Espiritual", al pueblo de Dios que sigue a Cristo y guarda sus mandamientos. "No hay bendición que pueda obtenerse en virtud del nuevo pacto, que no se le haya prometido a Abrahán. El segundo pacto existió en todos sus rasgos esenciales, exceptuando su ratificación, mucho antes que el primero, aun desde los días de Adán. Se lo llama segundo porque fue ratificado después del pacto hecho y ratificado en el Sinaí" (La Biblia Enseña, Editorial ACES; pág.240). Es bajo este nuevo pacto -existente desde los tiempos de Adán- que Dios desea escribir su ley en nuestros corazones" (Heb.8:10).

10) ¿Qué comprueba que el nuevo pacto corresponde al mismo efectuado con Abrahám? (Gál.3:29)
R = Según este versículo, el pacto de Abraham y el nuevo pacto son lo mismo, y los herederos reciben la misma promesa. La ley que fue promulgada en el Sinaí 430 años después "no lo abroga, para invalidar la promesa" (Gál.3:17). De modo que aunque el pacto hecho en el Sinaí sea llamado "primer pacto", esto no implica que haya sido el primer pacto hecho jamás con el hombre. Como ya lo hemos visto, el pacto comenzó con Adán y posteriormente fue renovado en términos de "recordatorio" a Noé y Abraham.
Nota Adicional: En Génesis 17, al pacto hecho con Abraham se llama "pacto eterno", y nueve veces Dios lo denomina "mi pacto". Jeremías predijo la renovación del pacto eterno a la venida del Mesías (Jer.31:31-34; compárese con Jeremías 30:9). Cristo anunció su renovación cuando estableció la santa cena (Lucas 22:20). Dios no pudo renovar el pacto eterno con el Israel real por cuanto éste lo rechazó; pero él es capaz de renovar el pacto con el Israel espiritual.

CONCLUSIÓN:
Tanto el primer como el segundo pacto se basan en los Diez Mandamientos (ver Deut.4:13; Heb.8:10) El primer pacto ha sido conocido como un pacto defectuoso. Hebreos 8:7 dice: "Porque si aquel primero hubiera sido sin defecto, ciertamente no se hubiera procurado lugar para el segundo". Pero es necesario comprender que la imperfección no radicaba inherentemente en el pacto sino en el pueblo desobediente, "Porque ellos no permanecieron en mi pacto, y Yo me desentendí de ellos" (Heb.8:9), "...Y porque olvidaste la ley de tu Dios, también yo me olvidaré de tus hijos" (Oseas 4:6). "Los israelitas no percibían la pecaminosidad de su propio corazón, y no comprendían que sin Cristo les era imposible guardar la ley de Dios; y con excesiva premura concertaron su pacto con Dios" (EGW; PP; 368). El fracaso de Israel fue un fracaso de su fe (Rom.9:31-33 y Hebreos 4:1,2). El principio eterno del pacto eterno consiste en creer lo que Dios ha prometido y permitir que el Espíritu Santo grabe su ley de Dios en nuestro corazón (véase Romanos 3:31; 8:3,4; 13:9,10).

Esto es un llamado de atención para nosotros, para que recordemos que Dios nos llama a ser luces en este mundo de oscuridad. Pero seremos luces en la medida en que reflejemos la luz de Cristo en nuestras vidas, y permanezcamos en su pacto sempiterno (Eze.16:60), basado también, en su sempiterna Ley (Sal.111:7,8).
seminario el sello de Dios 6 LOS DOS PACTOS (Parte 2) seminario el sello de Dios 6  LOS DOS PACTOS (Parte 2) Reviewed by SAM on 2/04/2017 Rating: 5

No hay comentarios:

Algo que aportar, alguna impresion te causo este tema, cuentanos.

Con la tecnología de Blogger.