seminario el sello de Dios 12 LA VIGENCIA DE LA LEY

LECCIÓN 12:  LA VIGENCIA DE LA LEY

Por cuanto la Ley de Dios constituye un reflejo de su carácter, sus principios son tan eternos, absolutos, perfectos e inmutables como El. Tan maravillosa es esta Ley que no necesita ser adaptada a las nuevas circunstancias, épocas o lugares, como ocurre siempre con las leyes humanas. La Ley de Dios ha permanecido y permanecerá vigente para siempre.

A pesar de que a través de los estudios anteriores hemos podido vislumbrar la naturaleza de ella, de todas maneras, este breve estudio nos presentará más textos al respecto. Ellos hablan por sí solos.

1) ¿Cuántos dadores de la ley hay? (Sant.4:12)

R = "Uno solo es el dador de la ley, que puede salvar y perder". Ese dador es nuestro Dios.

2) ¿Qué declara la Biblia acerca de la naturaleza de Dios? (Mal.3:6)

R = "Porque yo Jehová no cambio". Dios es un ser inmutable. Por lo tanto, sus principios son inmutables.

3) ¿Qué dice la Palabra de Dios sobre la permanencia de su Ley? (Sal.111:7,8)

R = "Las obras de tus manos son verdad y juicio; Fieles son todos tus mandamientos, afirmados eternamente y para siempre". ¡Qué maravillosa seguridad encontramos en estos textos!. Podemos vivir confiando en un Dios que no cambiará jamás. Su carácter de amor permanecerá eternamente preocupado de nosotros.

4) ¿Existía la ley en el mundo antes de que fuese promulgada en el Sinaí? (Romanos 5:12; Gén.26:5; Exodo.18:16)

R = La Ley de Dios fue dada a conocer al hombre desde que fue creado. Adán la conocía; si así no fuera, no podría decirse que pecó, "porque por la ley es el conocimiento del pecado" (Rom.3:20; compárese con Rom.7:7). Posteriormente vemos los ejemplos de Abrahán y Moisés, que nos muestran claramente que la ley de Dios existía desde el principio y era conocida y enseñada desde entonces.

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5) ¿Anuló Cristo la vigencia de la Ley? (Mt.19:16-26)

R = Recordemos que la Ley es un reflejo del carácter de Dios; por eso Cristo no podía cambiar su Ley, porque El no cambia (Mal.3:6). Ahora bien, la primera venida de Jesús justamente nos demuestra la inmutabilidad de esta Ley. Como la paga del pecado es muerte (Romanos 6:23), Cristo tuvo que morir para salvarnos (1 Jn.3:4). Es por ello que el Señor señaló enfáticamente que El no vino a abolir la ley, sino a cumplirla. Lo que realmente terminó con su muerte, fue la ley ritual (Efe.2:15).

6) ¿Hasta cuándo dijo Cristo que estaría vigente la ley? (Mt.5:17-19; Apoc.21)

R = Hasta que pasen el cielo y la tierra. Es decir, para siempre.

7) El sonar de la séptima trompeta representa la venida inmediata e inminente de Cristo. ¿Qué visionó Juan en el cielo? (Apoc.11:19)

R = Vio el arca del pacto.

8) ¿Y qué había dentro del arca en el Santuario Terrenal? (Exo.40:20)

R = Los Diez Mandamientos. En consecuencia, la ley, es, además, la norma del juicio final de este mundo. Y así se corrobora al leer Eclesiastés 12:13,14 y Santiago 2:8-12.

CONCLUSIÓN:

Los Diez Mandamientos son un reflejo del carácter de Dios, de manera que sus principios permanecen y permanecerán inmutables e inalterables por siempre, porque Dios no cambia (Véase tb. Heb.13:8 y Sant.1:17). La Ley de Dios está tan vigente en la actualidad como lo estuvo desde que fue dada en el Sinaí, y tan vigente como lo estuvo desde que Dios la puso como el fundamento de su gobierno allá en el cielo, donde hubo uno que se atrevió a desafiar el imperio de Dios y su ley. Pero Dios es y seguirá siendo el Emperador en el vasto universo.