El secreto del poder

Entonces viendo el denuedo de pedro y juan, y sabiendo que eran hombres sin letras y del vulgo, se maravillaban; y les reconocían que habían estado con Jesús.   Hechos 4:13

Cierta vez una joven de 17 años cruzó a nado el helado rio que dividía su país de otro donde había libertad para adorar a Dios. Allí acepto las enseñanzas de la biblia y se regocijaba en su nueva fe. Los miembros de la iglesia a la cual asistía no podían creer lo que oían cuando ella les anuncio que iba a volver a cruzar el rio a nado para ir a sus familiares y amigos y contarles lo que había aprendido de la biblia. Todos admiraron la valentía de la joven y prometieron orar para que muchas personas pudieran ir al reino de los cielos.

El amor por los demás y la valentía de esta joven, es la misma clase de amor y valentía demostrados por pedro y juan después de su encarcelamiento. Ellos fueron los primeros discípulos puestos en la prisión, al parecer, por varios motivos y excusas. No hay duda que los sacerdotes estaban celosos por la influencia que pedro y juan ejercían sobre el pueblo. Además, temían que agitaran a la multitud y provocaran problemas con los romanos, que los dominaban. Otro motivo era que los saduceos (miembros de una secta judía), que no creían en la resurrección de los muertos, trataban de acallar a los discípulos que predicaban sobre la resurrección de Jesús.

Cuando hablemos sin temor acerca de Jesús, podemos estar seguros de que hallaremos oposición y hasta persecución. Satanás no se preocupa cuando somos cristianos fríos o tibios, pero cuando realmente damos un testimonio valiente acerca de la salvación que nos ofrece cristo Jesús, y anunciamos su pronta venida, entonces se propone silenciarnos. Pero no temamos, porque es en momentos como estos que el espíritu nos da poder para permanecer fieles.

El secreto del gran poder de los apóstoles se resume en el texto inicial: “…. Y les reconocían que habían estado con Jesús”.

Si mantienes una comunión diaria con Jesús y le obedeces por amor, también tendrás la valentía de vivir una vida cristiana. Tu testimonio será usado por el espíritu santo y como instrumento para ayudar a que otros conozcan el camino de la vida eterna.