As de Ases

Ya te lo he ordenado: ¡se fuerte y valiente! ¡No tengas miedo ni te desanimes! Por qué el Señor tu Dios te acompañara donde quiera que vallas. Josué 1:9

Deberíamos gravar estas palabras en mármol y ponerlo en el lugar más visible de nuestro hogar. John C. Maxwell propone esta adivinanza: ¿Qué tienen en común estos tres hombres: El corredor de autos que estableció el record mundial de velocidad en daytona en 1914, el piloto que registro el mayor número de victorias en combate aéreo contra los alemanes en la primera guerra mundial, y el secretario del consejero especial de guerra que sobrevivió a un desastre aéreo y a veintiún días en una balsa en el pacifico durante la segunda guerra mundial?

¿Adivinaste? ¿No? La respuesta es que los tres eran la misma persona: Eddie Rickenbacker. Su padre murió cuando él tenía 12 años, así es que tuvo que abandonar la escuela para ayudar en el sostén de su familia. Vendió periódicos, huevos, leche de cabra; trabajo en una fundición y una fábrica de vidrio, en una de cerveza y en una de calzado. Cuando tenia 14 años comenzó a trabajar en una fábrica de autos de carrera y a los 21 comenzó a pilotearlos. Dos años más tarde estableció el record del mundial de velocidad.

Cuando estados unidos entro en la primera guerra mundial, rickenbacker trato de alistarse como piloto, pero superaba la edad reglamentaria y no tenia suficientes estudios; así que entro como chofer, pero se las arregló para que sus superiores lo mandaran a entrenamiento de vuelo.  A pesar de no tener la preparación académica de sus compañeros, los aventajó todos. Al final de la guerra había acumulado 300 horas de combate, y fue el mejor de todos los pilotos norteamericanos. Sobrevivió a 134 encuentros con la muerte ante el enemigo. Le otorgaron la medalla de honor, ocho cruces de servicio distinguido y la legión de honor francesa.  Fue promovido al grado de capitán y puesto al mando de un escuadrón.

Cuando le preguntaron por qué tenía tanto valor en el combate, admitió que había sentido miedo. <Valentía>, dijo, <Es hacer lo que sientes miedo de hacer. No puede haber valentía si no estás atemorizado.

Lánzate, entonces, con valor, a realizar la obra de tu vida. A diferencia de este as de ases, tú tienes la promesa de que Dios te ayudará. A veces es más difícil y requiere más valor tomar una decisión importante que participar en una batalla. Se valiente en todo lo que emprendas. Cree en esta promesa: <Por que el señor tu Dios te acompañara dondequiera que vallas>.